Misceláneas

¡Dulces Gracias!

Un día como hoy hace un año, Violet había cumplido 36 semanas dentro de mi panza, y entonces los nervios empezaron a aparecer. Sorprendentemente no tenía miedo porque sabía que tendría a mi familia junto a mi cuando mi hija naciera, y también porque estaba segura que mi ginecóloga seguiría al pie de la letra el plan de parto que habíamos acordado. Recordé también que las enfermeras me ayudarían a respirar y a tranquilizarme como me lo habían prometido en las clases de preparación para el parto y en las tantas sesiones de yoga prenatal a las que asistí.

Sin embargo, reconozco que tengo muy poca tolerancia al dolor, y no podía dejar de imaginarme gritando como loca, con los ojos salidos misma “Emily Rose” en la película del Exorcista, implorando para que me coloquen la bendita Epidural. Es más, hasta tuve una pesadilla al respecto, y esa misma noche, cuando me desperté despavorida, decidí que tenía que buscar la forma de agradecerle a todas esas enfermeras que no solo me iban a ayudar a pujar sino quienes iban a tener que aguantarse todas mis rabietas. Así que antes de terminar de empacar mi maletín para el hospital, compré unas bolsitas de celofán, las llené de diferentes caramelos y chocolates, y conseguí unos “toppers” de cartulina que mandé a personalizar a nombre de nuestra nueva familia.

Violet llegó a este mundo un 19 de Julio, cuatro minutos después de las 11 de la noche, y el parto no fue nada espeluznante, al contrario, todo fue muy tranquilo y yo me mantuve relajada casi todo el tiempo, así que me quedo con un muy buen recuerdo de esa experiencia que cambió mi vida para siempre. De más esta decirles que las enfermeras se quedaron encantadas con el “detallito,” pero más encantada y agradecida me quede yo por todo el cariño y optimismo con el que me trataron esos ángeles guardianes, quienes al igual que mi madre y mis tías, eligieron esa profesión que en mi opinión, es una verdadera vocación de servicio.

Gracias a ustedes por existir 🙂

Soy Angela, tengo 33 años, una hija llamada Violet, y un esposo Hindú. Soy periodista de profesión, y después de vivir casi la mitad de mi vida en los Estados Unidos, regresé a Perú donde actualmente soy dueña de una franquicia que enseña Inglés a bebés y niños. “My Life is Violet” es mi rinconcito en la blogosfera donde puedo desahogar algunas penas y miedos típicos de la maternidad, y también contar mis anécdotas y secretos como mami de estreno. ~ Sigue nuestro blog: www.mylifeisviolet.com/

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