Tips & Recomendaciones

Baby Violet visita Machu Picchu

Unos días antes de mi cumpleaños en Enero, mis suegros vinieron a visitarnos y de la noche a la mañana se me ocurrió viajar a Cuzco y conocer Machu Picchu. Yo había visitado la majestuosa ciudad inca solo una vez, cuando tenía 9 años,  y quedé impactada al ver que lucía tan igual como en las postales.

Desde que nos casamos, Anuj y yo hacíamos planes para conocer la segunda maravilla del mundo, pero siempre ocurría algún derrumbe o inundación que nos impedía concretar el viaje.

Enero es usualmente época de lluvia, pero este año, gracias a Dios, no se reportó mayores incidentes, ni nada que fuera de gran preocupación. Así que decidí aventurarme con mi esposo, mis suegros, y mi hija quien recién había cumplido los 6 meses de edad.

Tuve la suerte de que nadie me dijera que estaba loca para viajar con una bebé tan pequeña, pero aunque me lo hubiesen dicho, lo hubiese ignorado, ya que mi madre me llevó a la playa cuando yo tenía 10 días de nacida y 20 días después me llevó a conocer la sierra del Perú.

No pienso que soy tan “aguerrida” como mi madre, pero siempre he pensado que los niños se adaptan mucho más rápido que los adultos a cualquier tipo de cambio.

En algún momento lo único que me preocupo fue que Violet tuviera el famoso mal de altura conocido como “soroche.” Por esta razón, decidí que los primeros días nos hospedaríamos en el Valle Sagrado, a 2 horas de Cuzco, donde la altura es menor y es más fácil aclimatarse. Esa es probablemente la única recomendación que seguí y que encontré en la blogosfera.

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{Espectacular vista desde nuestra habitación en el hotel Aranwa en el Valle Sagrado}

Por otra parte, no me considero una experta en viajes y menos cuando se trata de cargar con una criatura en la espalda, pero este viaje sirvió para darme cuenta que tener un hijo no es una limitación, sino más bien una oportunidad para aprender a ser flexible y disfrutar al máximo nuevas y fabulosas experiencias.

Quiero aprovechar este “post” para compartir algunos tips y sugerencias con los papis y mamis a quienes les apasiona viajar, pero se sienten temerosos de llevar a sus pequeños.

Primero, no escuchen consejos que no han pedido, especialmente cuando esos consejos son pesimistas, negativos y hasta pseudo-intelectuales. A veces la gente habla porque tiene boca, y porque cree que tiene algo que decir.

Segundo, olvídate de la rutina de tu pequeño(a). No le va a pasar absolutamente nada si por 3 ó 4 días no toma siesta, o no duerme 8 horas seguidas, y si lo hace, que no te importe si es en tus brazos o en el asiento del tren en lugar de su cuna. Créeme, los bebés duermen profundamente y de cualquier manera.

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{De regreso en el tren Vistadome}

Tercero, no sientas vergüenza de cambiarle el pañal delante de la gente. Unos minutos de mal olor los soporta cualquiera.

Cuarto, no te preocupes si no llevas bloqueador solar, no ocurrirá nada catastrófico si tu bebé toma un poco de sol, y se broncea un poco.

Quinto, no tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda, lo más probable es que los pasajeros intuyan que la necesitas, así que deja que besen, carguen o jueguen con tu bebé mientras tu le haces el biberón o le preparas la papilla. El punto es que no te desesperes por hacer todo sola.

Sexto, evita llevar el cochecito a todas partes. Es preferible cargar a tu hijo(a) en el porta-bebé. Realmente, es la forma más cómoda y segura de transportarle. Además que el contacto con el cuerpo de papi o mami les tranquiliza cuando se ponen irritables y se les hace más fácil dormir.

Por último, los bebés despiertan una sensibilidad y una ternura increíble, así que cuando tu pequeño(a) llore o se queje de algo no te sientas mal por el resto de pasajeros, lo más seguro es que te miren con ojos de comprensión. Ellos saben que estás haciendo todo lo que puedes para que tu bebé continúe disfrutando del viaje tanto como tu y ellos lo desean.

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{posando con el diablito andino}

Visitar Machu Picchu con mi bebita fue una linda experiencia. Realmente fue el momento adecuado para que ella respirara de ese aire tan puro, y se cargara de esa energía tan positiva que este hermoso lugar emana.

Cuando esté más grande, le mostraré las fotos de sus pies desnudos tocando la tierra.  De repente,  Violet no recordará conscientemente todos los detalles, pero estoy convencida de que le hará mucha ilusión saber que a tan temprana edad sus padres decidieron exponerla a diferentes culturas, idiomas y formas de vida, con la única intención de formar una persona sensata, culta y tolerante.

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{¡Llegamos!}

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{escalones incas}

Me encanta la idea de seguir viajando y descubriendo lugares con mi pequeña, si no me equivoco tengo 4 años más para hacerlo, ya que después de eso, ella tendrá que asistir a la escuela, así que a “sacarle el jugo” a esos años.

Próximo destino: la India. (1era vez para Violet, 3era vez para mi y X vez para Anuj) 😉

IMG_3258{mi pequeña guerrera}

Soy Angela, tengo 33 años, una hija llamada Violet, y un esposo Hindú. Soy periodista de profesión, y después de vivir casi la mitad de mi vida en los Estados Unidos, regresé a Perú donde actualmente soy dueña de una franquicia que enseña Inglés a bebés y niños. “My Life is Violet” es mi rinconcito en la blogosfera donde puedo desahogar algunas penas y miedos típicos de la maternidad, y también contar mis anécdotas y secretos como mami de estreno. ~ Sigue nuestro blog: www.mylifeisviolet.com/

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